Los transformadores de tipo seco ofrecen varias ventajas sobre los transformadores sumergidos en aceite tradicionales. Aquí hay algunas ventajas clave de los transformadores de tipo seco:
Seguridad: los transformadores de tipo seco se consideran más seguros debido a la ausencia de aislamiento de líquidos inflamables, como el aceite. Eliminan el riesgo de fugas de aceite, derrames y los riesgos de incendio asociados. Esto los hace adecuados para instalaciones en interiores, especialmente en áreas donde la seguridad contra incendios es una preocupación, como edificios comerciales, hospitales y escuelas.
Respetuoso con el medio ambiente: los transformadores de tipo seco son más respetuosos con el medio ambiente que los transformadores sumergidos en aceite. No requieren aceite como medio de aislamiento, lo que reduce el riesgo de derrames de petróleo y contaminación del suelo. Además, los transformadores de tipo seco a menudo utilizan materiales de aislamiento sólidos que no son tóxicos y reciclables, lo que contribuye a una solución más ecológica y sostenible.
Mantenimiento reducido: los transformadores de tipo seco generalmente requieren menos mantenimiento en comparación con los transformadores sumergidos en aceite. No necesitan un muestreo, prueba y reemplazo regulares de aceite. Esto ahorra tiempo, esfuerzo y costos de mantenimiento asociados con el mantenimiento y eliminación del aceite.
Compacto y ligero: Los transformadores de tipo seco suelen ser más compactos y ligeros que los transformadores inmersos en aceite de potencias similares. Esto hace que sean más fáciles de transportar, instalar e integrar en los sistemas eléctricos existentes. Su huella más pequeña también ayuda a optimizar la utilización del espacio.
Resistencia al fuego mejorada: los transformadores de tipo seco están diseñados con materiales de aislamiento resistentes al fuego, como resina epoxi o resina fundida. Estos materiales tienen mayores propiedades de resistencia al fuego en comparación con el aceite. En el caso de un incendio, el riesgo de propagación del fuego y el daño se reduce, haciéndolos adecuados para aplicaciones donde la seguridad contra incendios es crucial.
No se requieren sistemas de enfriamiento: los transformadores de tipo seco utilizan aire como medio de enfriamiento, lo que elimina la necesidad de equipos de enfriamiento adicionales, como bombas de aceite o radiadores. Se diseñan con los recintos ventilados o las aletas de enfriamiento que facilitan la convección natural para la disipación de calor, haciéndolos más simples en diseño y la operación.
Adecuado para aplicaciones en interiores: los transformadores de tipo seco son ideales para instalaciones en interiores, ya que no liberan contaminantes, olores ni gases. Se pueden instalar más cerca de la carga, reduciendo las longitudes de los cables y dando como resultado una mejor regulación de voltaje y calidad de energía.
Reducción de ruido: los transformadores de tipo seco suelen producir niveles de ruido más bajos en comparación con los transformadores inmersos en aceite. Esto es beneficioso en entornos sensibles al ruido, como hospitales, edificios de oficinas y áreas residenciales.
Es importante tener en cuenta que la idoneidad de un transformador de tipo seco depende de los requisitos específicos de la aplicación, las características de carga y las normas de seguridad. Se recomienda consultar con un ingeniero calificado o un fabricante de transformadores para determinar el transformador más apropiado para una aplicación en particular.